jueves, 15 de diciembre de 2011

Fall River


"No me importaría si tanto si fuera más joven  o más vieja. No me importaría si fuera una anciana. ¡Si no sintiera este horrible miedo constantemente! Somos unos pobres pecadores, y todo lo que poseemos y todo lo que sabemos, amamos y recordamos está expuesto al polvo y a la corrosión. Pero no es justo que debamos perderlo todo, después de todos estos años, ¡todo! Es como si fuera contra todo lo que he sabido o lo que siempre esperé sabes. Es como si tuviéramos que ser capaces de llevar una vida decente".

Fall River recoge los relatos de aprendizaje de John Cheever. Confieso que conozco al autor cuando ya se ponía calcetines y llevaba corbata. En éstos todavía anda en camiseta y vaqueros. Pero le sientan bien.
Son relatos escritos entre 1930 y 1940. Pero bien podrían escribirse igual ahora, es lo que tienen las crisis te golpean igual independientemente de las épocas. Sus personajes se las ingenian para conseguir un par de dólares de cualquier manera, con carreras de caballos, pidiendo prestado al banco, lo importante es conseguir un poco de dinero para ir tirando. Como ahora. Esperando que todo mejore, que se consiga un trabajo, que se pueda viajar y cumplir los sueños. La crisis les rodea y les da forma. Y mientras leía pensaba en nosotros, en nuestra crisis, en nuestros sueños incumplidos por falta de dinero, en el agobio que sentirán aquellos que hayan recibido una carta del banco diciéndoles que el desaucio está próximo, en esa edad maldita cuando no eres joven ni viejo y cuando empezar de nuevo ya no entraba en tus planes. En las fábricas que han parado sus ruedas, en el cielo pesado cuando se cierra una puerta, en el invierno cuando espera ser primavera. En vendedores que venden mucho y ganan poco. En aquellos que echan cuentas al final de año y ven los beneficios, mínimos y se plantean si es mejor seguir o parar. En las granjas que alquilan un prado para poder sobrevivir aunque no les guste el tipo al que se lo han alquilado. En el río creciendo.
He pensado en el dinero fácil y he subrayado algo que me parece actual. "Donde quiera que vayas ves a gente guiada por el espejismo del dinero fácil. Pero incluso esos pueblos tiene los días contado. Si eres pobre,  llegará un momento en que tendrás que admitir que lo eres." Y he seguido leyendo. Entusiasmada por esos cuentos que tan bien reflejan ese momento...digo este momento.
Después me he encontrado con otros, con mujeres que sirven mesas, con aspirantes a actrices que prefieren dejar un trabajo porque no les gusta la obra. La ética frente al dinero. Siempre hay una salida si no vendes tus ideales. Es algo bonito. Es algo que olvidamos. 
Quizá el mundo debería leer más. Debería leer estos cuentos en épocas de bonanza porque nos enseñan lo que puede suceder. Porque la literatura refleja también el mundo que fue. Sin cifras macroeconómicas, simplemente mirando dentro de los corazones de aquellos que sufrieron en la década de 1930, que narraban lo que el autor veía. Igual alguno ahora escriba como él. Somos hijos de nuestro tiempo y tendemos a olvidar tiempos pasados.
El tiempo cíclico. La rueda que gira. Mirar a través de sus ojos y ver nuestro presente. Todo eso escrito de un modo magistral en un libro precioso. ¿Alguien quiere más?

Fall River
John Cheveer
Tropo editores

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