FOTO: Río Jalón al anochecer. Blanca Langa
Muy cerca de mi ocaso
yo te bendigo vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida.
Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas.
¡Cuando planté rosales, coseché siempre rosas!
Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno;
mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno.
Hallé sin duda largas las noches de mis penas
mas tú no me ofreciste tan sólo noches buenas;
en cambio tuve otras santamente serenas.
¡Ame! ¡fui amado!!!, el sol acarició mi faz
¡Vida, nada me debes! Vida, estamos en paz...
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida.
Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas.
¡Cuando planté rosales, coseché siempre rosas!
Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno;
mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno.
Hallé sin duda largas las noches de mis penas
mas tú no me ofreciste tan sólo noches buenas;
en cambio tuve otras santamente serenas.
¡Ame! ¡fui amado!!!, el sol acarició mi faz
¡Vida, nada me debes! Vida, estamos en paz...
AMADO NERVO
Amado (Ruiz de) Nervo y Ordaz era el seudónimo de Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y
Ordaz, poeta y prosista mexicano, perteneciente al movimiento
modernista. Nació el 27 de agosto de 1870 en la ciudad de Tepic, en ese entonces en Jalisco, hoy Nayarit, y murió en Montevideo, Uruguay el 24
de mayo de 1919. Fue miembro correspondiente de la Academia
Mexicana de la Lengua, no pudo ser miembro de número
por residir en el extranjero.
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